¿Por qué nos oponemos al proyecto
Distrito Castellana Norte (DCN)?
La mayoría de
las asociaciones vecinales de los barrios afectados por el proyecto
Distrito Castellana Norte se oponen a la operación. Para explicar sus
razones, el sábado iniciarán una ronda de asambleas informativas.
La
primera, tendrá lugar el 5 de marzo a las 11:30 en el local de la
Asociación Vecinal Familiar Ur (Avda. Cardenal Herrera Oria 80-A).
El BBVA,
promotor principal del proyecto Distrito Castellana Norte (DCN),tiene
prisa. En las últimas semanas ha desplegado gran parte de su maquinaria
de “persuasión” para amenazar con retirarse de la operación si el
Ayuntamiento de Madrid no la aprueba antes del 31 de diciembre de este
año. Tiene prisa y ha dejado claro que no está dispuesto a rebajar la
edificabilidad de una propuesta que incluye la construcción de 17.699
nuevas viviendas y 25 torres de oficinas. De otra manera, la operación
no sería rentable, así que los vecindarios se quedarían sin sus deseados
parques, equipamientos y dotaciones. Lógico. La operación es promovida
por un banco, no por la Administración o por una entidad sin ánimo de
lucro.
Sin embargo, el
BBVA la ha envuelto en un fabuloso papel de regalo y lleva meses
“vendiéndola” como el proyecto que vendrá a solucionar todos los
problemas de los barrios del norte de Madrid. Para ello, no ha dudado en
“invertir” millones en “información promocionada” en los medios de
comunicación de masas, en tendenciosas encuestas sociológicas y en todo
tipo de materiales y acciones promocionales. Según su relato, la mayor
parte de la población del norte de la ciudad y sus asociaciones están a
favor de la operación.
Deliberadamente,
la entidad financiera obvia que la inmensa mayoría de las asociaciones
vecinales de los barrios afectados se ha manifestado en contra de su
proyecto ya que no se ajusta a “las necesidades” de sus vecinos y
vecinas. 17 entidades de Fuencarral-El Pardo, Chamartín, Tetuán y
Hortaleza, con el apoyo de la FRAVM, se han unido en una plataforma para
defender los intereses de la ciudadanía frente a los de bancos y
constructoras. El movimiento ciudadano no tiene prisa. Por ello, ha
pedido al Ayuntamiento de la capital que las cosas se hagan con calma,
paso a paso, poniendo en el centro los problemas de los barrios del
norte y sus soluciones.
El próximo
sábado, las 17 asociaciones citadas iniciarán una ronda de asambleas
ciudadanas para mostrar la cara menos amable del proyecto Distrito
Castellana Norte y debatir con los vecinos su conveniencia. Este primer
acto tendrá lugar a las 11:30 en la sede de la Asociación Vecinal
Familiar Ur, sita en la Avenida Cardenal Herrera Oria 80-A. Además,
acaban de editar un cartel y un díptico que recoge su postura ante la
operación.
Esas son sus
herramientas. Paupérrimas si se tiene en cuenta que en frente tienen la
poderosa maquinaria de propaganda del gigante financiero. Pero, ¿por qué
las asociaciones vecinales rechazan el actual proyecto DCN? La razón
principal se halla en lo absurdo, para la ciudad, de su propuesta
inmobiliaria. Con los millones de metros cuadrados de casas y oficinas
vacías que atesora hoy la capital, ¿quién puede creer que necesitamos
más de 17.000 nuevas viviendas y un área financiera con rascacielos,
como prevé la operación?
Las prioridades
de las vecindades son otras, sin duda. Según la plataforma vecinal, en
el caso de la zona norte se identifican con la “eliminación de espacios
degradados, la rehabilitación de viviendas, la creación de nuevas
dotaciones y equipamientos”. En concreto, las entidades hacen referencia
a la “necesidad de regeneración de barrios consolidados” como Valverde,
Begoña o San Cristóbal y a la “necesidad de disponer de servicios
suficientes (colegios, ambulatorios, parques, zonas deportivas) en los
nuevos barrios: Las Tablas, Montecarmelo, Sanchinarro”.
La zona también
requiere, con urgencia, un “plan de movilidad serio y riguroso que
permita acabar con los interminables atascos del nudo Norte, además de
propiciar la movilidad entre los distintos barrios”. ¿Quién puede creer
que el soterramiento de las vías de tren y la ampliación de los nudos
Norte y Manoteras solucionará este problema, cuando la operación prevé
el movimiento diario de 40.000 nuevos residentes y trabajadores? Este
incremento demográfico solo puede traducirse en más congestión y, por
ende, más contaminación atmosférica.
DCN tampoco
cuenta que las nuevas construcciones crearán una “barrera” entre estas y
los barrios ya consolidados como Begoña, contribuyendo a su
aislamiento, y que es más que probable que el sobrecoste de las
infraestructuras prometidas, como ha ocurrido en el pasado, “lo
pagaremos entre todos”. Además, “los puestos de trabajo publicitados son
meras especulaciones que tienen una sola finalidad: orientar la opinión
de la gente”.
Pero el
movimiento vecinal tiene otras razones para oponerse a la Operación
Chamartín. Para que las conozcas, te invitamos a participar en el acto
informativo de este sábado. “Porque otro modelo de ciudad que no esté
basado en la especulación es posible”, remacha la plataforma de
entidades que lo organiza y que está compuesta por:
- Asociaciones
Vecinales de Fuencarral El Pardo: AV La Flor del Barrio del Pilar, AV de
Valverde, AV La Unión de Fuencarral, AV Familiar Ur del Poblado de
Fuencarral, AV Virgen de Begoña, AV de Montecarmelo, AV de Mingorrubio,
AV de El Pardo, Asamblea Barrio del Pilar 15M.
- AAVV de Chamartín: AV Valle-Inclán de Prosperidad, AV La Rosa de los Cármenes, AV Familiar San Cristóbal
- AAVV Tetuán: AV Cuatro Caminos-Tetuán, AV Ventilla-Almenara, AC Almenara
- AAVV de Hortaleza: AV Sanchinarro.
FUENTE: FRAVM
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